Hoy, 31 de julio, termina la novena edición de #PlasticFreeJuly o #JuliosinPlástico. Una iniciativa que surgió en el año 2011 y que anima a todas las personas a vivir durante todo el mes de julio sin consumir productos envasados en plástico o, al menos, reducirlos. A veces me planteo que hubiera pensado mi yo en julio de 2011 y si me hubiera unido, como sí he hecho este año. Por aquel entonces estaba viviendo en Nyìregyháza (Hungría) tras unirme al programa de la Unión Europea 'Cuerpo Europeo de Solidaridad', antiguamente conocido como 'Servicio de Voluntariado Europeo'. Si bien desde siempre he tenido bolsas de tela para hacer la compra la problemática del plástico y, en general, del abuso de residuos no entraban en mis planes. 

Todo cambió en junio del año pasado. De repente y, gracias en parte al perfil de Laura de 'Madrid Ecológico', mi interés por llevar una vida más sostenible y consciente empezó a crecer. Así fue como me uní al reto lanzado por la Asociación Ambiente Europeo 'Boicot a los alimentos envueltos en plástico' , que no fue un gran éxito ya que me encontraba de viaje en Roma.

Mi 'yo' de 2011.

Vida consciente y sostenible

Así que, tras un año, reduciendo al máximo mis residuos e implantando el movimiento Zero Waste o Cero Residuos, a principios de mes decidí unirme a #JuliosinPlástico. Reconozco que, pese a mi trayectoria, no ha sido un camino fácil, seguramente porque estaba mucho más pendiente que en otras ocasiones de no adquirir alimentos envasados en plástico. Es más, tengo la sensación de que he comprado alguna cosa de más, siempre consciente, eso sí, de lo que estaba adquiriendo. 

De nuevo, y, cómo ya ocurrió durante mi participación en la 'Semana sin Carne', tomar algo fuera de casa es, quizá, lo menos agradable. Si de normal, ya era complicado, con la llegada de la Covid-19, se ha hecho mucho más difícil y es que muchos restaurantes han optado por incluir vajillas desechables (os animo a seguir mis Stories sobre Zero Waste en mi cuenta de Instagram).

Envases seguros

Mi 'yo' de 2020. En mi bolso nunca pueden faltar una botella de agua de metal, cubiertos de bambú, servilleta y bolsa de tela. Depende del día también llevo tupper de metal y vaso reutilizable para el café.

En este sentido, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicó a finales de mayo una serie de recomendaciones para prevenir que se produzca un incremento en la generación de residuos como consecuencia de un mayor consumo de productos de un solo uso, en especial, material de protección como mascarillas, guantes, etc., envases para alimentación u otros productos desechables. 

En la misma línea y tal y como recogen los autores del blog 'Vivir sin Plástico' en el artículo 'Científicos afirman que los envases reutilizables son tan seguros como los desechables', "un grupo de más de cien científicos han firmado una declaración asegurando que es seguro utilizar productos reutilizables durante la pandemia del coronavirus", explicaban. 


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