En Badajoz, en plena dehesa extremeña, alejado de la civilización, se halla el Hotel Monasterio de Rocamador, fundado hace menos de diez años gracias al esfuerzo de Carlos Tristancho y Lucía Dominguín. Un lugar en el que podrá, si le apetece, claro está, olvidarse por unos días del ajetreo de la vida diaria y entregarse por completo a placeres tan exquisitos como la contemplación, la meditación o la relajación.
De hecho, el establecimiento, antes monasterio, nació hace más de cinco siglos (en concreto en 1512) y perteneció a la orden franciscana. En el pasado contó con ilustres personajes como San Pedro de Alcántara. Tal y como reza en su página web, desde sus comienzos el monasterio se dedicó a entender el concepto de la sabiduría y el bienestar, por lo que a partir del siglo XIX sus monjes se decidieorn a impartir estudios de Filosofía.
Un lujo muy austero
Lo que pocos conocían es que, casi un siglo después, el espacio escogido para tales menesteres se convertiría, por obra y gracia del actor español Carlos Tristancho, en un hotel de lujo. Un lujo, eso sí, bastante tradicional y respetuoso con su ensalmo cenobial.
En la reconstrucción del mismo se dejaron intactas las estructuras originales pero eso sí, ahora tienen un fin bastante diferente del que antaño tuvieran. Por ejemplo, la capilla se ha convertido actualmente en el restaurante. Abstenerse religiosos, puede resultar algo pecaminoso.
Sueños angelicales
El establicimiento hotelero cuenta con un total de 31 habitaciones (antes eran los dormitorios de los monjes, de ahí que los pasillos en donde se encuentran sean muy estrechos. Los detalles de estas, así como el resto de las instalaciones, han sido cuidadosamente cuidados por lo que la decoración interior de las habitaciones se ha adecuado perfectamente a los espacios ya existentes e, incluso, a los imperfecciones.
Es realmente interesante la habitación construida en medio de una roca, motivo por lo cual y por las filtraciones de agua de la misma, no puede ser alquilada cuando llueve.
Destacar, por último, que el Hotel Monasterio de Rocamador ofrece diversas actividades a sus clientes más activos: rutas de senderismo, con bicicletas y/o a caballo. Al final de la tarde y, nada mejor para relajarse, que darse un baño en la espléndida piscina con vistas a la dehesa que rodea el hostal. Y, tras la cena, disfrute de la noche estrellada tomándose unas copas en el chill out.
HOTEL MONATERIO DE ROCAMADOR
Dirección: Carretera Badajoz- Huelva, km 41 100
06171 Almendral, Badajoz
Teléfono: 924 48 90 00
Web: www.rocamador.com
PD: Os dejo de nuevo con uno de los primeros posts que publiqué.
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