Uno de mis propósitos para los próximos años es reducir mi consumo de ropa y complementos abogando por un consumo responsable. Un tema que abordaré de ahora en adelante en ésta bitácora en diferentes posts y que inicié el pasado mes de mayo de 2016 con el artículo: '¿Un año sin comprar ropa?' y que proseguí con la reciente entrada: '¿Rebajas sin remordimientos?'.

Mi intención no es dejar de comprar pero sí tener en cuenta una serie de premisas, a saber: evitar las gangas, considerar la importancia de los caprichos y supuestas necesidades, adquirir más prendas en tiendas locales o de segunda mano... Y también aprovechar mis escapadas a otras ciudades y países para completar mi armario. Además de contribuir a la economía local tendré un souvenir al que podré sacar un mayor partido. 

En este primer artículo catalogado bajo el nombre de 'Compras viajeras' os enseño un pañuelo típico de Portugal y que adquirí por 7 euros en un puesto regentado por una entrañable anciana junto al río en Oporto el pasado mes de diciembre. 

¿Qué os parece esta iniciativa? ¿Aprovecháis vuestros viajes para renovar vestuario?