“Al mal tiempo, buena cara”, dice el refrán. Si algo hemos aprendido de la actual situación económica en
que estamos inmersos (no sé como lo hago pero siempre termino hablando de la
dichosa crisis. Pregunta: ¿cuándo nos vas a abandonar?), al menos en las grandes ciudades,
es que, el ocio (obligado o no) está para disfrutarlo y, el dinero, para
gastarlo. Hoy más que nunca cobra gran importancia el proverbio latino: Carpe Diem.
Y es que, a pesar de las dificultades,
la sociedad actual, quizá amparada en la libertad que nos concede internet,
quiere, ante todo, realizarse profesional y personalmente, de ahí que
proliferen negocios para todos los gustos y a cada cual más variopinto. Me
estoy enrollando, lo sé.
Al pan…pan…
Uno de éstos últimos negocios que
han desembarcado en nuestro país, es el de las
panaderías gourmet (también restaurantes). Se acabó eso de elegir entre la barra del supermercado de toda la vida
(ahora regentado por ciudadanos chinos, en su mayoría) o las clásicas
variedades de la panadería del domingo: chapata,
baguette, pan candeal… recién salido del horno,
of course.
Hablamos de locales que ofrecen diferentes
y originales tipos de pan: con aceite de oliva, de cristal, de harina de
castaña, de centeno, de tomates deshidratados, de pasas y nueces, de chocolate…
Lugares en los que no sólo comprar y disfrutar del pan sino en los que, además,
se puede desayunar, comer, merendar y cenar. En Madrid algunos de las
panaderías chics más conocidas son: Le Pain Quotidien o [H]arina.
Recientemente tuve la ocasión de
descubrir (en el Open Day de la agencia Nota Bene), a la panadera Ana van
Dulken, creadora de Panamorarte, una panadería on-line en la que se puede
comprar pan 100% artesanal y otros productos igualmente deliciosos como miel,
mermelada o mantequilla. Si queréis acudir a alguno de éstos restaurantes y degustar sus manjares pero no lo tenéis del todo claro, recordad que la web Groupon ofrece multitud de ofertas a tener en cuenta.
¿Dónde está la buena comida?
Confieso que frecuento, menos de
lo que debería y me gustaría, éstas nuevas panaderías. No niego que sus productos sean
excelentes pero reconozco que la decoración del lugar ayuda bastante (¿cuántas veces no hemos hablado de la importancia de cuidar el diseño y la decoración en cualquier ámbito y aspecto de la vida? ¿Recordáis el post:
¿P.S.R.?: ¿Qué importancia le concedéis al diseño??).
Muchas veces me pregunto sí, como decía en un comentario, mi querida Carol, autora del blog
All of my Style, en el post que escribí allá por el mes de marzo
'El Retazo: ¿Dónde está la buena comida?', no estaremos comiendo por los ojos. Es decir, en vez de guiarnos por el gusto, nos centramos más en la presentación. Sea lo que sea, siempre es un placer acudir a estas panaderías para salir de la rutina del día a día.
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