"... Hay una industria que no es muy sostenible, que es el cuidado de la piel y la belleza o el cuidado personal aunque es cierto que cada vez surgen más iniciativas que podemos implementar para reducir nuestro consumo de plástico en nuestro cuarto de baño... Entre las que me han sido más útiles destaca el maravilloso mundo de la cosmética sólida, que es muy desconocida, a mí en concreto me gustan mucho los champús sólidos.
-¿Champús sólidos? ¿Cómo son los champús solidos?
- Se parece mucho a una pastilla de jabón. Una pastilla de champú sólido equivale a tres o cuatro botes de champú líquido porque al final cuando compras un champú líquido estás pagando por jabón más agua más plástico... Si nos gusta el tema de los champús líquidos por lo menos ir a lugares donde te los pueden rellenar y no estar comprando un envase de plástico cada vez que gastas un champú.
-Es cierto, tirar el envase me parece y ya no te digo los envases de los perfumes que suelen ser botellas tan bonitas, tan caras. A mí lo que me interesa es el contenido."
Extracto de la sección 'Cuestión de piel' impartida por la dermatóloga Ana Molina en el programa de RNE 'De Pe a Pa' con Pepa Fernández el pasado 7 de septiembre de 2020.
Bajo esta premisa y con la firme convicción de acercar la belleza ecológica a todos los consumidores la firma Garnier acaba de lanzar su nueva línea de productos enmarcados dentro de su estrategia Green Beauty. Un compromiso que tiene como objetivo principal reducir radicalmente el impacto medioambiental global de la marca de cara al año 2025.
No en vano, Garnier fue de las primeras firmas del grupo Loreal en contar con la gama de tratamiento facial Garnier BIO certificada por el sello ecológico COSMOS ORGANIC de ECOCERT. Entre los ingredientes estrella de estos cosméticos, todos procedentes de agricultura ecológica, se encuentran la lavanda, el aceite de argán, el lemongrass y el aciano.