¿Fotografías? ¿una obra de arte? o ¿una broma de mal gusto? Esto último teniendo en cuenta que, probablemente, la visualización de estas imágenes le habrá despertado el apetito. Pues ni lo uno ni lo otro. Simplemente, y aquí radica lo curioso del asunto, se trata de sanwiches escaneados, una manera bastante real y apetitosa de dar a conocer nuevas recetas y productos alimentarios. Se pueden ver en la web Scanwiches (http://scanwiches.com/), nacida hace escasamente un mes y medio.
Pero vayamos por partes, ¿cómo nació este novedoso y original proyecto? Todo surgió hace unos meses de la mano de Jon Chonko, un diseñador afincado en Nueva York de la empresa The Happy Corp Global, quizá algo excéntrico tal y como se puede ver en el grupo de fans que tiene en Facebook. Sin embargo, esa pizca de locura que destila le ha permitido dar forma a una idea sencillamente brillante y que seguro que más de una empresa de alimentación copiará.
“La idea apareció primero en mi cabeza y luego tuve que ver cómo le daba forma. Siempre me ha gustado explorar con cosas”, explicó el autor hace unos días en una entrevista concedida al portal Gizmondo (http://gizmodo.com/). En la conversación mantenida explicó, además, que el escáner permite captar muy específica. En fin, “todo está pre configurado y no puedes hacer mucho”, aclaró. Eso no le impide, una vez escaneados los sanwiches, retocar las ‘fotografías’ con el Photosph pero no en exceso.
Reliquias del pasado informático
Para conseguir tal calidad de imagen, ¿qué escáner utiliza? Pues, aunque no lo crean, Chonko emplea el antiguo escáner de su novia, modelo HP Scanjet 4570c, realizado en el año 2002. “Está en las últimas. Suena como los trenes del metro cuando están frenando” comentó a la vez que explicaba que la resolución óptica del mismo era tan sólo de 400 dpi, realmente pobre. En la actualidad, los escáneres superan con creces los 2000 dpi.
Y, si bien al principio usaba un pequeño plástico a fin de tapar el bocadillo, rápidamente dejo de ponerlo pues estropeaba el trabajo final. De ahí que sus sánwiches entren en contacto directo con el cristal del escáner. Tras realizar el trabajo suele limpiarlo con una pequeña toallita y limpia cristales. Queda por saber con qué dinero compra los bocadillos y si luego se los come él solo o los comparte con alguna persona del estudio.
Cabe destacar que el proyecto no es tan novedoso cómo pensó Chonko. Tal y cómo explicó en la entrevista numerosos artistas se han puesto en contacto con él tras ver su obra a fin de enseñarle sus trabajos escaneando flores, comida rápida e, incluso, verduras.
¡¡¡Pero menuda pinta tienen esos sandwiches!!!
ResponderEliminarId acostumbrandoos que con la crisis puede que dentro de poco los tengamos que comer de esos ;)
Pues seguramente...gracias por estrenar mi blog...
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